Hasta ahora los científicos no habían entendido por qué el cerebro humano experimenta esta constante pérdida de materia gris
El cerebro de los humanos se encoge con la edad, algo que no sucede con el de nuestro familiar más cercano, el chimpancé, según un estudio de científicos estadounidenses, encabezados por el antropólogo Chet Sherwood, de la Universidad George Washington en Estados Unidos
La investigación, fue publicada en el Proceedings of the National Academy of Sciences, y sugiere que el período evolutivo que separa a los humanos de los chimpancés (que se estima entre 5 y 8 millones de años) explican la diferencia en cómo ambas especies envejecen.
Investigaciones previas habían determinado que en la medida en que envejecemos nuestros cerebros comienzan a ser más ligeros, a la edad de 80 años, el cerebro promedio humano ha perdido un 15% de su peso original, y quienes sufren de enfermedades como Alzheimer experimentan incluso mayor reducción del cerebro.
Investigaciones previas habían determinado que en la medida en que envejecemos nuestros cerebros comienzan a ser más ligeros, a la edad de 80 años, el cerebro promedio humano ha perdido un 15% de su peso original, y quienes sufren de enfermedades como Alzheimer experimentan incluso mayor reducción del cerebro.
Esto está asociado a un declive en la delicada estructura de las neuronas y las conexiones entre ellas.
En la medida en que se deteriora la estructura del cerebro, también hay una pérdida de la habilidad para procesar pensamientos, memorizar y enviar señales a otras partes del cuerpo, y ciertas áreas del cerebro sufren mayor deterioro; la corteza cerebral, importante para procesar y analizar, se encoge más que el cerebelo, que se encarga del control motriz.
El estudio ofrece muy buenas evidencias de que el patrón de envejecimiento del cerebro en los humanos es bastante diferente del de otros animales.
Pero hasta ahora los científicos no habían entendido por qué el cerebro humano experimenta esta constante pérdida de materia gris.
El hecho de que los chimpancés no sufren este mismo deterioro, ha llevado a muchos a preguntarse, si se trata de una característica única de los humanos.
El equipo comparó resonancias magnéticas de más de 80 humanos saludables entre 22 y 88 años con los de un número similar de chimpancés criados en cautiverio, los resultados del estudio indican que el cerebro de los chimpancés no se deteriora con la edad.
El antropólogo Chet Sherwood, señaló que en sentido evolutivo los humanos viven más tiempo para compensar por nuestros cerebros más grandes.
En ese sentido, vivir más tiempo es una adaptación al hecho de que contamos con cerebros más grandes. Los humanos tienen una vida mucho más larga que cualquier otro primate y sus cerebros son tres veces más grandes que los del chimpancé.
Envejecer, es una manifestación visible del estrés de vivir más tiempo para darle una mano a los familiares, también que los humanos son más vulnerables que los chimpancés a las enfermedades vinculadas a la edad precisamente porque viven más tiempo, y estas diferencias podrían explicar por qué los humanos sufren más que otras especies.
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